15 ago 2014

Riqueza

Demasiado tiempo hace ya desde que mis dedos no golpean las letras de mi portátil para construir frases que tengan un poco de mi corazón, aquí.


Demasiado tiempo sin dar rienda suelta a mi mente para sentir desahogo y paz, como sacrificio para el estudio largo y duro que he tenido que invertir para acabar el curso completa y notablemente.

Ya estamos a mediados de agosto, y ahora, tras dos largos meses llenos de aventuras, viajes y desconexión, al fin soy capaz de reunir todas las palabras que rondaban mi pensamiento, y ponerlas en orden.

A menudo me he preguntado en qué consiste la riqueza verdadera. Obviamente debería tener algo que ver con el dinero, o con las posesiones, al menos sería lo lógico según su significado estricto en la RAE: Abundancia de bienes y cosas preciosas.

Al volver de mi último viaje, un interail por Holanda, Bélgica y Alemania, en el avión, rodeada de alemanes que esperaban aterrizar en tierras exóticas, calurosas y con playas de arena fina, rodeada de bebés llorando y españoles tocando las palmas, me puse a pensar en la palabra que pudiera resumir más fielmente los doce días que pasé viviendo todas esas aventuras que jamás olvidaré. Solamente se me ocurrió "riqueza".

Suele ocurrir que los medios nos bombardean con mensajes cargados de instinto consumista, que nos animan a comprar y que nos educan en el "tanto tienes, tanto vales". Y se nos suele olvidar que cada uno de nosotros es un universo inexplorado, individual y único, desbordante de pensamiento, imaginación y gusto propio por algo en la vida.

Solamente cuando sales de tu círculo, y visitas otros lugares llenos de gente y culturas diferentes, te das cuenta de que la verdadera riqueza está en las personas, muy dentro de ellas, donde ni siquiera ellas saben que existe algo que las hace únicas. 

Tantos seres humanos por las calles, en los metros, en los museos, tantos cientos de caras por todas partes, y todas con una expresión diferente, todas reaccionando de forma distinta ante cualquier estímulo.

Observar el comportamiento de cada uno de los que se cruzaban en mi camino, fuera cual fuera su etnia o cultura, coincidir con extraños y que en horas se transformen en amigos con los que compartes muchísimas ideas, oler y probar sabores diferentes... Todo eso ha sido lo más bonito y especial de este viaje, lo que me ha hecho un poco más grande como persona, y lo que ha hecho que la palabra "riqueza" para mi, cobre su verdadero significado.

¡Buen viaje!