Soñar continúa hoy siendo un misterio, un terreno desconocido, lejano y recóndito, una "experiencia" que nos traslada a lugares imaginarios en los que nuestra realidad se exagera y se crea un mundo análogo en el que disfrutamos del libre albedrío y podemos tomar decisiones sin que nada ni nadie nos influya. Es nuestro mundo. En nuestros sueños todo está permitido, incluso lo que no sabemos que puede existir (seres extraños, lugares imposibles, situaciones políticamente incorrectas...) En el sueño se pueden manifestar deseos ocultos, y al despertarnos, una vez conscientes y con buen juicio, si hemos conseguido recordar, es posible que nuestra moral se comprometa y pasemos un día intentando descubrir qué ha sido lo que nos ha hecho tener que soñar algo que está tan lejos de la realidad y de todo lo que sentimos.
¿Pero y si lo que soñamos es lo que somos y nada más? Es decir, si nuestro cerebro cuando dormimos (en concreto la fase REM, en la que tiene lugar la actividad onírica) se libera de las influencias que ejercen sobre nosotros la sociedad y la moral que nosotros mismos nos imponemos, solamente nos queda un pensamiento primitivo asociado a un contexto, nuestra vida, nuestra realidad. ¿Podemos estar viviendo al soñar, todo aquello que haríamos si no fuésemos conscientes de que existen unas "reglas"? Si lo único que le queda a nuestro subconsciente (nuestro cerebro parcialmente desconectado de aquellas áreas que nos hacen razonar y actuar moderadamente) es un fino hilo que lo une a los recuerdos sobre nuestro día a día, entonces soñar sería nuestra vía de escape para poder sentir, hacer y decir todo aquello que nuestra ética no nos permite hacer cuando estamos despiertos.
Puede que la educación, cultura, sociedad, historia... estén anulando nuestra percepción de la vida y que nos estemos convirtiendo en seres reprimidos cuya única escapatoria sea soñar.
Quizás debamos pensar que es al abrir los ojos cada mañana cuando empezamos a vivir una ilusión. Puede que soñando sea la única ocasión en la que somos nosotros mismos... y eso da tanto miedo...
Quizás debamos pensar que es al abrir los ojos cada mañana cuando empezamos a vivir una ilusión. Puede que soñando sea la única ocasión en la que somos nosotros mismos... y eso da tanto miedo...
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
Calderón de la Barca.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
Calderón de la Barca.
Por fín¡¡¡¡ ya creia que nunca más iba a leerte¡¡¡ en estoss momentos duros de examenes es cuando más te apetece desconectar (vivo en un REM profundo desde hace un mes xD)y ya me hacia falta "mas alla de esta cena" jiji Enhorabuenaa irenene, algo freudiliana pero como siempre prefecta¡ Besitooossss¡¡¡
ResponderEliminarGracias, fiel lectora. Como siempre, un placer que me leas y que te guste tanto.
ResponderEliminarBesos y ánimo, campeona!
Hola Irene !
ResponderEliminarMuy buena entrada, mis felicitaciones por ello. Es un tema muy particular que todavía como tú bien dices nos queda mucho por descubrir.
Antes de comentar, me gustaría recordar las palabras del neurocientífico y Premio Nobel, Eric Kandel, cuando decía "si el siglo XX era el siglo del genoma, el siglo XXI será el siglo de la mente". Con esto quiero decir que nos queda muchísimo por saber los poderes y las facultades de la mente.
Quizás lleves la razón cuando dices que deberíamos pensar que cuando despertamos es cuando empieza la ilusión. Espero que algún día se descubra la realidad de eso.
El problema radica, según muchos científicos, en el porqué nuestra mente tiene que creer en cosas que no se han percibido como tales. Por ejemplo si yo sueño que estoy en París y yo nunca he estado en esa ciudad, porque mi mente se lo va a creer durante este tiempo o sea durante el sueño. Según lo que yo he entendido es que la mente no cree en lo que ve sino que antes de ver una imagen, ésta ya estaba en nuestra mente desde hacía tiempo. Y esa es la base de cuando el profesor de Psicología, Dr. Juan Carlos, proyectó algunas imágenes en una de sus prácticas, cada uno de nosotros veía una cosa diferente.
Me gustaría añadir que hay un estudio de algunos neurocientíficos israilíes en el que se demuestra muy bien esto. Consiste básicamente en escoger a una serie personas a las que muestran imágenes suyas retocadas por fotógrafos profesionales y en esas imágenes aparecen esas personas cuando eran jóvenes en unos sitios en los que nunca han estado y ellos aseguran haber estado en esos sitios e incluso comentan cosas como "me lo pasé muy bien con mis amigos ese día" que todos sabemos que son inciertas. Todo eso, según esos neurocientíficos, es por el mero hecho de que nuestra mente cree en cosas que ya tiene almacenadas y memorizadas desde hacía tiempo.
En mi opinión, el sueño es el período en el que nuestra mente aprovecha la no existencia de percepciones e influencias externas para crear sus propias imágenes. Y el hecho de que unos sueñen en algunas cosas y otros en cosas diferentes dependerá siempre del modo de pensar, los conflictos y los deseos de esa persona. Si una persona está enamorada de otra aunque sepa perfectamente que esa otra persona nunca haya estado en su entorno es normal que siempre como tú dices sueñe en situaciones o escenas en las que aparecen esa otra persona. Pero repito que seguramente será siempre cuestión de personalidad de cada uno.
Espero no agobiaros con este comentario tan largo.
Un saludo !
¡La que debe felicitarte soy yo!
ResponderEliminarMenudo comentario, muchas gracias por leerme y por tomarte la molestia de explicar cuál es tu opinión al respecto y de aportar conocimientos nuevos e interesantes...
Gracias de nuevo, Suhil!